miércoles, 12 de noviembre de 2008

Peras Charlotte

Ingredientes

Peras
Helado de vainilla
Chocolate de fundir
Almendras

Preparación

Se ponen peras en almibar (sin el almibar), se les pone helado de vainilla y se pone chocolate fundido encima (el chocolate se pone duro por el frío del helado) y se ponen almendras en hojitas encima.

Peras a la Carme

Ingredientes

Peras
Miel
Ques fresco
Limon

Preparación

Cortar a la mitad las peras, vaciar el corazón y mojar con zumo de limón. Poner por encima un poquito de miel y un poco de queso fresco (mascarpone o queso fresco quark), se hacen rapidito con el horno caliente, o si no llevan queso con chocolate derretido. También se pueden hacer con manzanas.

Carpaccio de Calabacín

Ingredientes

un calabacín crudo
un aguacate
queso parmesano rallado
un poquitín de zumo de limón

Preparación

Se corta el calabacín a rodajitas muy finas (todo lo finas que podais), se pone en un plato bonito (esto es muy importante) y encima se le pone el aguacate cortadito como a lonchas, se le pone un poco del zumo del limón para que no se quede negro, y por encima se espolvorea con el queso rallado (también me gusta sin rallar a trocitos, o rallado con el pelador de patatas), y ya está.
Se le pone un poquito de sal y pimienta, y a comer.
También se puede aliñar con alguna vinagreta, a mi me gusta con vinagreta de mostaza (mostaza, aceite, sal y pimienta).

Trinxat

Ingredientes

Para 4 personas
1 col tierna (creo que también se la llama repollo, es de esas que se puede comer cruda, no de las que dentro son duras y blancas)
1 kg de patatas
2 dientes de ajo
un trocito de panceta

Preparación

Se pelan y trocean las patatas en trozos pequeños. Se quitan las hojas de la col una por una, se lavan y se les quita la raiz de en medio. Se ponen a hervir patatas y col juntas con un poco de sal. Una vez cocidas se cuelan y se apartan.
En una sartén se pone aceite a calentar, se sofríen los dos dientes de ajo enteros junto con la panceta a daditos. Cuando está listo, se añade la patata y la col y se va chafando todo, para que tome consistencia de puré y las hojas de col se deshagan.
Es importante que la sartén sea antiadherente porque cuando ya se ha formado un puré homogéneo hay que dejar que haga crosta, como si fuera una tortilla. Se le da la vuelta y más de lo mismo.
Las vegetarianas lo podéis hacer sin panceta, aunque en realidad lleva pocos trocitos.

Macarrones

Ingredientes:

pasta corta (macarrones, farfalle...)
una cebolla (o media si es muy grande)
un calabacín
queso para rallar

Preparación:

Mientras que se cuece la pasta se sofríe muy despacito la cebolla, que tiene que quedar casi caramelizada. El calabacín se corta en rodajas finitas y luego por la mitad y se añade a la cebolla pero poco tiempo y con el fuego un poco más fuerte. Tiene que quedar crujiente.
Se cuela la pasta y se mezcla todo. Se puede espolvorear con queso parmesano (o manchego, pero curadito, eh?). Y ya está!!!

Ensalada de judias verdes

Ingredientes

para 2 personas:
Judías verdes de las largas (frescas o congeladas)
Un par de tomates
Una lata de atún
Un huevo
Brotes de soja
Maíz
Aceitunas

Preparación

Se hierven las judías y el huevo por separado.
Mientras tanto, en un bol se mezclan los tomates a trozos, el atún, la soja, el maíz y las aceitunas. Cuando las judías están listas (que queden un poco al dente) se enfrían y se unen.
El huevo queda muy bien rallado por la parte ancha del rallador.

Pastel de chocolate II

Ingredientes:

430g de mantequilla
430 gr de chocolate negro
8 huevos
180 gr de azucar
30 cl de nata líquida

Preparación

Calentar el horno a 180ºC .
Untar con mantequilla el molde. Fundir la mantequilla, la nata y el chocolate en el microondas o al baño María.
Añadir el azúcar y remover bien para que se disuelva. En un bol grande, batir ligeramente los huevos con un batidor o un tenedor y añadirlos a la mezcla. Remover bien hasta que ésta sea homogénea. Verter en el molde y calentar unos 40 minutos.
Dejar enfriar el molde colocado sobre una rejilla. Cuando el pastel se haya enfriado, sacarlo del molde y envolverlo bien para dejarlo reposar una noche en el frigorífico (a mi esta parte es la que más me cuesta)
Se puede glasear el pastel o espolvorearlo con caco en polvo y/o azúcar glas.

Pastel de chocolate

Ingredientes

200 gr. de chocolate para fundir
200 gr. de mantequilla
200 gr. de azúcar
100 gr. de almendras
100 gr. de "amaretti" (son almendras amargas, son difíciles de encontrar, si no se pueden poner 200 gr. de almendras y punto)
6 huevos

Preparación

Se funde el chocolate con la mantequilla (al baño maría o en el micro). Cuando está fría la mezcla, se le añaden las almendras y los amaretti triturados (yo siempre las compro enteras y las deshago con el mortero, prefiero que queden trozos grandes que esa pasta que venden ya triturada y no sé lo que es).
Se baten las yemas junto con el azúcar y se une al resto de la preparación. A parte, se montan las claras a punto de nieve y se junta todo con muuuucha delicadeza para que no se desmonte.
Hay que tener preparada una bandeja de horno untada con mantequilla y harina (o papel de horno si no tenéis ganas de entretener y os da igual que los bordes queden perfectos), lo ideal es que sea redonda, de unos 20/22 cm, y el horno precalentado a 180º.
Se hornea durante 45 minutos aproximadamente (hay que ir controlándola al final pero con cuidado de no abrir y cerrar el horno mil veces, que se desmonta). Y voilà!

Lo más importante es que no "baje" al sacarla del horno por el cambio de temperatura brusco (siempre lo hace algo). Cuando la hayáis hecho unas cuantas veces podéis ir bajando la temperatura del horno y mantenerla un poco más tiempo dentro para que no se enfríe de golpe. No tengáis miedo, que al no llevar harina no se suele resecar. Como véis la preparación es sencilla, lo difícil es pillarle el punto. Si veis que no os sale al principio podéis hacerla igual pero añadiendo un poco de maizena para ayudarla a cuajar.
Ale, chicas, buen provecho.

Coulants







Para 7-8 coulants:


Ingredientes:

4 huevos
120 g de chocolate de cobertura
75 g de mantequilla
75 g de azúcar
60 g de harina
20 g de cacao en polvo

Preparación:

Batir las yemas de huevos y el azúcar. Incorporar el chocolate y la mantequilla fundidos en el microondas. Añadir con mucho cuidado la harina y el cacao tamizados. Finalmente, con la espátula mezclarlo todo con las claras montadas a punto de nieve. Rellenar las flaneras. Precalentar el horno a 225º (al máximo, vaya). Los coulants tardan unos 8 minutos a hacerse porque se cuecen solo por fuera, en medio quedan líquidos .

Se pueden acompañar con helado de vainilla, de crema.....






El resultado de Virginia:


miércoles, 8 de octubre de 2008

'Soy muy pequeño para ir al cole'

Autor: Yolanda González


¿Está maduro o madura emocionalmente para separarse de su vínculo afectivo durante largas horas y escolarizarse? ¿Es 'su' momento madurativo para dar ese salto, con la satisfacción de lograrlo, sin que se dañe? ¿Se despide con tranquilidad y seguridad de la figura materna (o persona sustituta)? ¿O por el contrario, llora desconsoladamente, asustado o desconcertado ante una separación no elegida y frente a tantos nuevos 'amiguitos' en un espacio también nuevo?

Estas son algunas de las prioritarias reflexiones que deberíamos hacernos cuando se define el término de 'derecho a la escolarización' en bebés, niños y niñas de 3 años. ¿Derecho de quien? La mayoría, con chupetes y pañales, se enfrentan a una situación extraña, de intenso stress, traducido en explosiones de llanto, desconsuelo y desesperación, cuando no apatía y resignación.

Quien dude de esta afirmación, que se tome la molestia de acudir al inicio de la escolarización a observar cual es el estado emocional de los peques en los centros escolares donde no existe periodo de adaptación-integración prolongado. Quien lo dude, que pregunte a sus niños si quieren volver al día siguiente. Que pregunte al profesorado como vive las demandas de tantos brazos reclamando su atención. Que pregunten a los padres y madres que les dejan y salen deprisa para no oir su llamada desesperada.

¿Culpables? Nadie. No se trata de culpabilizar, sino de reflexionar y poner medios para que nadie salga perjudicado. Los primeros que tienen derecho a no sufrir son los más vulnerables: bebés, niños y niñas. Los segundos que tienen derecho son las madres y padres (que sin base formativa suficiente 'creen' que es lo mejor para sus pequeños). Porque es el derecho a trabajar y la ausencia de reconocimiento social de la maternidad/paternidad la que ha hecho incompatible maternidad/paternidad y trabajo. Los terceros que tienen derecho son los profesores y profesoras, que se ven impotentes ante 18-24 criaturas demandantes.

¿Soluciones? Adecuemos las leyes protegiendo a la infancia y reconociendo la maternidad/paternidad como una función social, fundamental para el futuro de la sociedad.

¿Cómo? Como profesional de la salud, psicoterapeuta de adultos e implicada en la prevención infantil, planteo:

Es una evidencia que la sociedad está cambiando, y lo hace vertiginosamente, exigiendo rápidas respuestas adaptativas al entorno social. ¿Pero hacia dónde?

Hay una pregunta clave: ¿Debemos adecuar al pequeño o pequeña al stress y desarrollo social actual, ignorando las repercusiones posteriores de este modelo en la salud mental de la población? ¿Queremos resignarnos a los ritmos impuestos externos, cada vez más deshumanizante?

Es un hecho que la sociedad establece una dicotomía artificial entre la opción a la maternidad y el derecho al puesto de trabajo. Pretender simultanear ambas funciones conlleva un stress innecesario para el sistema familiar, que vive la necesidad de buscar alternativas de atención para sus hijos. En otros países europeos, la mujer (o persona sustituta) que opta por la maternidad ve retribuida su función maternal, sin detrimento de su puesto de trabajo, como ocurre en el estado español. De esta forma no ve conflictuada ninguna de las dos funciones que le pertenecen con igual derecho, priorizando una temporalmente sin detrimento de la otra. Es decir, maternidad retribuida durante 2-3 años.

Para terminar: El sistema social camina hacia la INSTITUCIONALIZACION de la crianza. Con excelentes servicios, pero con delegación de la educación cada vez a edades más tempranas. La defensa de la socialización infantil se está convirtiendo en un arma de doble filo: es un derecho real que surge cuando el niño o niña ha cubierto su necesidad de dependencia intensa en los dos o tres primeros años de vida, pero cuando la sociedad dictamina que ha llegado el momento. Un bebé de meses no necesita socializarse, porque su inmadurez biológica y emocional se lo impide. Por tanto, ¿la prisa es suya o nuestra?

Frente a la progresiva institucionalización de la crianza, hay estudios en países (Checoslovaquia entre otros), que demuestran que no sólo es más económico para el estado, sino más saludable para el desarrollo global del pequeño, valorar y reconocer la función temporal de la crianza (primeros años de vida), que crear guarderías para todos.

No sólo es más deseable sino más fructífera la prevención de la salud integral durante la infancia, que todos los programas posteriores preventivos y terapéuticos en la etapa adulta. Cuidar la primera infancia, y especialmente la franja de 0 a 3 años, es crucial para el desarrollo psicoafectivo individual y comunitario saludable. La comunidad en su conjunto debiera de asumir la responsabilidad de potenciar la salud infantil y transformar leyes laborales sin atropellar las necesidades de los más vulnerables, los niños y niñas. De esa forma, preservaremos la salud social del adulto de mañana.

Yolanda González

Psicoterapeuta. Especialista en Prevención Infantil. Presidenta de ZELAUN y de la A.P.I.R.

jueves, 5 de junio de 2008

Pañales de Tela - By Mnic

FAENA pues si, comencemos porque hay que estar convencida antes de comenzar, es más trabajo. no es lo mismo lavar, secar, recoger, montar y prevenir cuántos hay limpios y sucios que subir con el paquete de desechables y tirar una bolsa de basura (más!!) cada día. pero a mi me compensa muchísimo, vamos, que voy presumiendo de pañales y haciendo proselitismo.

CUESTIONES A VALORAR. yo he elegido los pañales en función del tiempo de secado, de montaje del pañal, absorbencia, bulto, peso, comodidad para mini y por supuesto, elegancia (cuestión incuestionable!!!)

TIPO DE PAÑAL yo tengo los http://www.gdiapers.com/ y estoy muy contenta. Son versátiles, porque se pueden usar con recambios desechables biodegradables (que se compran en la misma web o en mapu, de marca australiana y valen un congo), con absorbentes de tela o con compresas de algodón.
He encargado en otra web americana absorbentes específicos de cáñamo y algodón orgánicos que tienen una capa de un material tipo forro polar que pese a no ser fibra natural aísla de la humedad y se limpia fenomenal, no quedan rastros de la caca. Se secan muy bien y no hay que doblarlos para usarlos.
También tengo absorbentes de microfibra, me parecen peores porque no distribuyen tan bien el pipí como los anteriores, por lo que la absorbencia real es menor.

INTERESANTE PARA BEBIS PEQUEÑOS es que se pueden usar con compresas de algodón (cebenin) que son muy baratas y se pueden tirar. digo que esto es sólo para peques porque los mayores necesitan más absorción y algo más estable, los bebis lagartija sacan el algodón cuando se mueven y hay que cambiarlos enteros.

Los gdiapers no hacen más bulto del necesario, en cuanto a esto son como los bambino mio, que yo no he usado porque cuando los necesité sólo llegaban partidas defectuosas, y llegó un momento en que para mí ya era urgente comenzar con los lavables (he tenido que esperar porque donde tiendo estaban haciendo obras y no se me secaba ni lo que lavamos normalmente).

Por lo mismo no pesan demasiado, ni secos ni mojados.

FRECUENCIA DE CAMBIO lo comentado anteriormente por otras mamis, cada menos hay que cambiar. Esto es buenísimo para los bebis. y ahora, con el buen tiempo, culete al aire todo lo posible.

Pero que los dodot absorben mucho más es indiscutible.

NOCHE yo le pongo dos absorbentes de microfibra, no abultan demasiado y le llegan para no mojar el pijama (y la cama y a mi y a su padre)

DESECHABLES yo combino los de tela (que uso casi siempre) con los desechables ecológicos, porque se amortiza rápido la inversión y me puedo permitir gastarme más en los de usar y tirar. De momento los compro en instinto maternal, me gusta el trato.

miércoles, 4 de junio de 2008

Crianza o Perpetuar la Especie

Artículo de La Tribuna Malagueña - 28.05.2008 - M. DOLORES GARCÍA SÁNCHEZ


Me pregunto si la sociedad española es consciente de lo que esta ocurriendo en la comunicación que se establece entre las mamás y sus bebés. Sobre todo, me gustaría saber si ellas son conscientes del poder que en realidad tienen para afrontar el porvenir de este país.

Nos quejamos de la violencia en la adolescencia, vemos a bebés siendo adiestrados por 'supernannys' en televisión, aplaudimos iniciativas como las de Izquierda Unida de llenar el país con guarderías full time, se expulsa a mujeres que están dando de mamar en un centro comercial y lo vemos normal, no se consiguen las firmas necesarias para aumentar la baja maternal a seis meses, y todo ello sin pararnos a pensar en el fondo de la cuestión.

¿Existe una concienciación y formación en referencia a la crianza? Algunas madres consideran que la crianza es 'cuestión de instinto', mas no comparto esta idea, ya bases como: «debería amamantar a mi bebé», «debería acurrucar y calentar en mi regazo a mi bebé», «debería dormir con mi bebé», y otras que confirmarían una conducta instintiva, en la época que vivimos, vienen denostadas por el entorno real y actual de la madre, como por ejemplo: medios de comunicación, revistas 'especializadas', algunos libros de gran tirada, abuelas influidas por pediatras de hace treinta años, algunos pediatras actuales, etc. Por tanto, en la actualidad, en la sociedad occidental no existe el instinto puro sin influencia.

En nuestras investigaciones he detectado que, incluso mujeres que han estudiado cinco o seis años para ejercer una profesión; a la hora de formarse para la maternidad compran uno o dos libros como mucho, aunque la mayoría ninguno, recomendado por 'amig@s o dependientes de librerías' básicamente, y alguna que otra revista. Al final del embarazo, la futura madre se pone en contacto con la matrona en el curso de preparación al parto, y ésta a veces recomienda leer algún manual de crianza y, luego, el sistema sanitario, en la mayoría de las ocasiones, induce a revisar al niño cada dos meses con el pediatra, y esto, más lo que le comenten amigos, familiares y programas de televisión es, básicamente la relación que establecen las mamás con la formación de la maternidad.

Creo que en España se han generado dos líneas de pensamiento en referencia a la relación con los bebés, una mayoritaria que denomino de amor stivilizante y otra muy minoritaria o de amor gonzalizante, y vienen dadas, por una forma más o menos inconsciente de ser; esto es, por la personalidad de la madre. Una observación somera parece indicar que las madres stivilizantes y las gonzalizantes difieren en su forma no sólo de entender la crianza sino también en su forma de ser, y no es únicamente que unas 'enseñen a dormir a sus hijos' y las otras no, sino que se planteen multitud de aspectos de la crianza desde otro ángulo, aportando relaciones, ya no diríamos diferentes sino casi divergentes.

Además, esta forma diferente de ser, engloba que la madre stivilizante es más práctica, más impaciente, más insegura de sus relaciones maritales y con su feminidad, menos crítica, más pesimista, que valora bastante su trabajo y lo entiende como algo primordial en su vida (madres de esta línea de pensamiento consideran que para compatibilizar la vida profesional y personal mejor, los niños deben pasar más horas en la guardería, no ellas menos en el trabajo), más razonable, más competitiva. Y aparentemente, la madre gonzalizante nos resulta más optimista, más paciente, más observadora, más crítica con su propia educación y con el macro y micro entorno social y personal, más segura de sus relaciones, más intolerante con las opiniones que no le gustan y más obsesionada con la trascendencia del amor por encima de otros aspectos de la vida.

Desde esta perspectiva cada madre hace lo que le dicta su sentimiento y su razón, y conocedores de la disonancia cognoscitiva, suele ser extraño que un individuo se replantee si algo tan importante como la educación y el tratamiento que le esta dando a su bebé es algo correcto científicamente, eficaz psicológicamente, y, en general, si se podría hacer mejor y esforzarse luego por hacerlo; ya que también es posible que algunos responsables de bebés quieran que sus hijos cumplan una serie de criterios, pero no consideran necesario leer una serie de informaciones.

Estas dos formas de pensamiento las podríamos describir como:

Tipo 1: madre con amor stivilizante: entiende que un bebé de tres meses fortalece su independencia si duerme solo en otra habitación, con un peluche, que creen que el niño aprende a dormir, que no suelen hablar ni quedarse al lado del bebé al dormirse éste, quien no necesita alimentarse ni despertarse por la noche. Le dan alta importancia al desarrollo mental del niño y a la disciplina. Así mismo, son inflexibles en criterios de alimentación. No perciben como adecuado coger en brazos al niño, reforzarlo y elogiarlo. Pueden ver incluso adecuado gritar y azotar al niño por 'su bien', y en la mayoría de las ocasiones lo ignoran cuando hace algo que no les gusta o el niño tiene un berrinche, les resulta importante que los bebés sepan 'quien manda' en la casa, muchas utilizan algo llamado 'el rincón de pensar', no suelen ponerse en el lugar del bebé, entienden como satisfactorio y adecuado dejar a los niños con los abuelos (o similar) regularmente para practicar actividades de ocio con la pareja o viajar, consideran que al niño se le quiere mucho pero es una carga muy cansina para las mamás y que requiere una dedicación de veinticuatro horas.

Tipo 2: madre con amor gonzalizante: Normalmente practica el colecho, la lactancia materna a demanda seis meses o más, se muestra flexible entorno a las pautas de la comida o el sueño, no tienen mucha prisa en sacarle el pañal y que el niño 'vaya rápido', coge en brazos al niño cuando llora, para mimarlo, y en muchas ocasiones, para transportarlo, no se impone al niño con ningún tipo de violencia, le respeta, no le grita, no le azota y lo consuela ante un enfado o berrinche; así mismo tampoco considera que los padres necesiten independencia del niño ni que un bebé deba ser independiente. Suele ponerse en la posición del bebé antes de tomar ciertas decisiones. Está bastante enamorada de sus hijos y disfruta la maternidad de tal forma que ésta es una bendición a la que le dedicaría veinticuatro horas.

Ante todo esto surgen diversas situaciones sobre las que meditar:

1. Muchas madres stivilizantes están utilizando técnicas de adiestramiento canino para conseguir determinadas conductas. Técnicas sin validez científica, que desde la psicología, recientes investigaciones parecen demostrar que provoca en el niño una falta de resiliencia (capacidad de los sujetos para sobreponerse a tragedias o períodos de dolor emocional), baja autoestima y futuros problemas de adaptación; que desde la psiquiatría y la medicina, el bebé sufre traumas de diversa índole como vómitos, shock neuronal, ataque de ansiedad, etc., y otros cuadros clínicos; y que desde la ética se puede considerar como una forma de maltrato y abuso del menor. Y, todo esto, cuando el propio difusor del método de adiestrar a los niños para dormir, el pediatra Richard Ferber, empezó en el 2005, en una entrevista publicada el 15 de noviembre en el Wall Street Journal, a retractarse de sus teorías.

2. La forma en la que se está gestionando la compatibilidad de la mujer y el trabajo es absurda, aspectos como más guarderías o dar un dinerito a la madre, o liberarla de parte de sus impuestos no llega a nada , es un fracaso.

3. Muchas mujeres stivilizantes en realidad se arrepienten en determinada forma de haber tenido sus hijos. Los han tenido porque socialmente es conveniente, porque es una norma implícita, porque su madre que le ha ayudado a comprar el piso ahora le exige el nieto, porque no quería ser menos que sus amigas u otros motivos. Si para algunas mujeres su prioridad es el mundo profesional, deberían animarse a reivindicarlo y afirmarlo sin miedo ante los hombres, igual que hay muchos que no desean tener hijos, las mujeres que no lo deseen tienen derecho a planificar su vida para no engendrar.

Concluyendo, me gustaría que la sociedad en general se tomase más en serio la maternidad y la crianza. Con mayor responsabilidad. Y, que las madres en particular, hagan lo posible por asegurarse que le aportarán a su bebé amor y respeto incondicional, ayudándole a ser una persona armoniosa y plena, feliz consigo misma y con el entorno. El planeta se lo agradecerá.

lunes, 18 de febrero de 2008

Se vuelve a una crianza más respetuosa con los niños

Rosa Jové, Psicopediatra y monitora de lactancia, con tres de los asistentes a su charla.
Las IV Jornadas sobre Lactancia Materna contaron también con Asunción Azofra, matrona del Hospital de Laredo, que trató la importancia de la primera hora tras el parto. Además, se presentó un vídeo de la Asociación 'La Buena Leche'.«Se está volviendo a una crianza más respetuosa con los niños, claramente». Así lo explicó en Santander la psicopediatra catalana Rosa Jové, invitada por la asociación cántabra 'La buena leche' a impartir dos conferencias, una de ellas sobre el sueño infantil, su especialidad. Jové es autora de 'Dormir sin lágrimas', un libro que rebate las tesis de otro médico -el doctor Estivill- cuyo método ha sido empleado por miles de padres para hacer conciliar el sueño a sus hijos.-Defiende en su obra que el abandono del niño en su cama dejándole llorar no es nada correcto.-Efectivamente, no es lo correcto. Le crea secuelas al niño y, aunque no se las creara, no es la forma de tratarle. Es un trato vejatorio. ¿Alguien dejaría en su habitación, tras unos gritos y bajo amenaza a una persona mayor? Entonces, ¿por qué se lo hacemos a un niño? Si un bebé (o no tan bebé) llora por la noche, hay un problema. Lo que pasa es que los padres son egoístas y les es más fácil pensar que el niño 'se las sabe todas'. De hecho, mientras las madres están de baja maternal, no hay tanta obsesión por que el recién nacido duerma de un tirón. Es a los seis meses (con la madre que ha vuelto al trabajo) cuando la noche del niño se hace tan importante.-¿Y cómo descubrir dónde está el problema del pequeño?-Lo primero es hacer un registro del sueño y ver si duerme las horas adecuadas a su edad. Pero existen familias que quieren acostar a sus hijos a las ocho de la noche y que no se muevan hasta las nueve de la mañana. Y, a ser posible, una siesta de tres horas. Pues no, no es así. Los bebés duermen entre 12 y 16 horas y ambas cosas son normales. A partir de los cinco años, sólo necesitan las ocho horas de un adulto. No hay que empeñarse en más. Tampoco es normal dormir 'de un tirón', ni siquiera para los mayores. Esto, que es lo habitual, es visto por algunos como 'mala fe' por parte de la pobre criatura. Esta 'maldad' de los niños (el pensar que nos toma el pelo etc.) es lo que sirve de justificación a algunos padres para este 'maltrato'.-Usted es firme defensora de dejar un tiempo a los niños en la habitación de los padres, algo que no se suele recomendar en el sistema sanitario -Es que el 80% de la población mundial duerme con sus hijos hasta que tienen dos, tres o cuatro años. Y no hablamos de sociedades primitivas. En Japón, los niños duermen en la habitación con sus padres, lo mismo que en Noruega, donde tienen la cultura, incluso, de compartir cama con los críos hasta que tienen más o menos un año. Está demostrado, además, que en estos países se padece mucho menos insomnio, tanto infantil como adulto. No como aquí, que todos tenemos problemas para dormir.-¿Tiene algo que ver la rapidez con que se vive con las alteraciones del sueño en la infancia?-Mucho, muchísimo. La prisa y los niños nunca han hecho buena pareja. Los niños necesitan otro ritmo y es fundamental ver que el suyo no es el nuestro. Ellos requieren espacio y tiempo, abrazos y esto está muy reñido con las ocupaciones de los padres, que van siempre a la carrera. Por eso se está pidiendo ahora los seis meses de baja maternal, para que las familias tengan más respiro.-¿Ve en su consulta muchos casos complicados debido al sueño?-Algunos terribles, sí. Por ejemplo, el de una niña adoptada, asiática, al que le aplicaron el método de dejarla sola y a oscuras para que 'aprendiera' a dormir. La pequeña perdió el habla durante seis meses, del terror que debía pasar por las noches, en otro país, con padres nuevos. Esto no hubiera pasado si hubieran dormido con ella. Los niños saben dormir, no hay que enseñarles. De hecho, ya lo hacen en el seno materno. Lo que no hacen es dormir cuando y dónde les interesa a los padres.-¿Cuál es el consejo que más le solicitan?-No hay uno concreto. Las familias lo único que quieren es que les digas que no hacen mal las cosas. Cuando se les dan unas pautas, las siguen bien. Se nota un gran interés, en los últimos años, por volver a una crianza más respetuosa. Es un movimiento global: más padres con los críos colgados del pecho, más concienciados por el buen trato. Esto no tiene por qué estar ligado a una vuelta al hogar de las mujeres.

Fuente: www.eldiariomantanes.es el 03.10.07 por Violeta Santiago

Reflexiones sobre el método Estivill o el librito "Duérmete Niño"

Lic.María Paula Cavanna , responde frase a frase cada una de las indicaciones del Dr. Estivill en su libro “Duérmete niño”, con inteligencia y respeto.
A DORMIR SE APRENDE:
A dormir NO se aprende, como no se aprende a caminar, ni a controlar esfínteres. Son adquisiciones que se dan cuando el niño está maduro para ello. Hay decenas de estudios acerca del sueño infantil, de cómo se alternan las fases REM con las otras, y de por qué es fisiológico que el niño se despierte varias veces durante la noche.
DORMIR ADECUADAMENTE:
No hay modos adecuados o no adecuados de dormir. Cada uno duerme como duerme, no se puede forzar a la gente a que duerma 8 horas si tiene necesidad de dormir 5 ó 12. Como no se puede forzarlas a respirar más veces de las que necesita, o a comer más de lo que necesita.LOS PADRES DEBEN TENER UNA CONDUCTA ACTIVA:
Sí, activa en cuanto a mecerlos, acunarlos, abrazarlos, darles teta, y acudir cada vez que sus hijos los llamen. No hay nada que los padres debamos “hacer” para que los chicos se duerman, simplemente acompañarlos en sus necesidades.
EL BUEN DORMIR NECESITA DE UN AMBIENTE SERENO Y OSCURO:
Los bebés vienen de la panza de la mamá, que no es un ambiente ni sereno ni oscuro. El silencio y la oscuridad asustan a los chicos, de todas las épocas. Todos vimos alguna vez bebés que se duermen en el shopping o en un casamiento sin problema alguno. Las personas dormimos cuando tenemos sueño, simplemente. Por supuesto que no estoy sugiriendo dormir a nuestros hijos en una discoteca, sino aclarar que la oscuridad es atemorizante para cualquier niño, cuanto más pequeño, es peor. Y lo mismo ocurre con el silencio. Dormir cerca de otros seres humanos -cosa que se ha hecho desde la época de las cavernas, para permitir la subsistencia, y cosa que los adultos hacemos cada vez que podemos- es la conducta natural de cualquier bebé humano.
NO ES NECESARIO ESTAR PRESENTE HASTA QUE EL NIÑO SE DUERMA PROFUNDAMENTE:
Si nos vamos antes y el niño se duerme de todos modos y no vuelve a despertarse, no hay necesidad. Pero la gran mayoría de los nenes se vuelven a despertar antes de caer profundamente dormidos, y al no ver a su persona de confianza cerca -parece que al Dr Estivill no le parece patológica la dependencia a un osito pero sí el apego a los padres- se despertará, llorará, como conducta totalmente natural, la traemos filogenéticamente, pues tenemos en nuestros genes que cuanto más lloraron los bebés, más acudieron sus papás a atenderlos, y eso garantizó la supervivencia desde que el mundo es mundo.
LA FAMILIA DEBE ACOMPAÑAR, NO INVADIR!!!!
Totalmente de acuerdo, si definimos qué es invadir. Cómo se invade a un niño? Con caricias? Con un cuento antes de dormir? Durmiéndolo en brazos? Me temo que estamos hablando de cosas diferentes.
CONSEJOS:
Calma, paciencia, serenidad. Absolutamente de acuerdo. Hemos traído bebés al mundo, y así funcionan, despertándose varias veces por noche durante sus primeros años.NO LEVANTARLOS DE LA CUNA:
Por qué??? Si el bebé llora, está despierto, reclama a sus papás, no se lo puede levantar de la cuna? Quién lo dice? Dónde están los estudios que avalan semejante conducta?? Qué pensaríamos de un manual para esposos que dijera “si su esposa llora, no la abrace, no acuda a consolarla”???
NO MECERLOS EN BRAZOS A LA HORA DEL SUEÑO:
Hay algún lugar más placentero para dormir que los brazos del ser amado? Los adultos que vivimos en pareja, no dormimos abrazados? Para un niño, los brazos de sus padres son el lugar seguro a donde reposar, no existe mejor lugar para dormir que sintiéndose seguros, cobijados, amados. ¿¿De dónde estamos sacando estos consejos???
NO DARLE PALMADITAS EN LA COLA (CULITO):
?????? O sea, los dejamos solos, a oscuras, en silencio y ni siquiera podemos tener contacto físico. Y el bebé/niño recibirá el mensaje de que dormir es placentero y maravilloso!!! A mi me suena a castigo, a soledad, a “no te quiero“, a abandono. Y las centenas de niños que consultan a los psicólogos infantiles luego de que se les aplicó este método, lo confirman.
NO PASARLO DE BRAZO EN BRAZO DE FAMILIARES ANSIOSOS:
Absolutamente de acuerdo. Si están ansiosos no funcionará. Aunque es frecuente ver que cuando la ansiosa es la madre, los brazos de una tía o vecina suelen ser mágicos para calmar a esta díada que se retroalimenta a sí misma.
NO OFRECERLE JUGOS O COMIDA SI YA SE ALIMENTÓ:
Por qué?? Dónde deja eso a la lactancia materna? No se le puede dar teta a un bebé que llora porque no puede dormir? Acaso saben que la leche materna contiene triptófano, un componente que induce al sueño y que justamente los bebés despiertan para bebérselo y así seguir durmiendo? Y si se despertó porque tenía sed? Ninguno de ustedes se despertó nunca de madrugada con hambre? Por qué tratamos a los niños como si fueran de otra especie, o de otro planeta??
NO DEJES DE CONSULTAR AL PEDIATRA ANTE TRASTORNOS DEL SUEÑO: Absolutamente de acuerdo. Definamos entonces, qué es un trastorno del sueño. Hablar dormido? Caminar sonámbulo? Tener apneas?Despertar varias veces a la noche en un niño de 0 a 3 años no es un trastorno del sueño, definitivamente no lo es.
LOS MENORES DE SEIS MESES DORMIRAN BOCA ARRIBA O DE COSTADO:
No entraré en detalles. Hay campañas a nivel nacional acerca de esto, como también había otras hace algunos años aconsejando dormir boca abajo….
TRABAJA CON RUTINAS DIARIAS:
A tal hora el alimento… dónde queda la teta en este consejo? Si tomamos las recomendaciones de la OMS de dar teta dos años o más, hay que dar la teta con horario? Todos los trabajadores de la salud sabemos -o deberíamos saber- que dar la teta con horario es quedarse sin leche en pocos días.Las rutinas son saludables para todos en general, pero los bebés no tienen “hora” para jugar ni para dormir. Y tengo el consultorio lleno de mamás que no le dan teta porque “no le toca” o que lo bañan a tal hora porque “le toca”. Cuidado con los consejos que damos, los niños no son electrodomésticos con manuales para sacarlos en serie.
ACOSTUMBRALO A ESTO Y VERAS QUE EL AJUSTARA SUS HORARIOS:
Lo que el niño hará, será dejar de reclamar lo que sabe que no conseguirá. Descreerá de sus padres, como las personas descreemos de quien dice “te llamo” y no nos llama. Qué tal un manual para novios donde diga “llámela todos los días a las 4″ , “hay una hora para salidas, una hora para el sexo, una hora para el lavado de la ropa”? Acaso los adultos vivimos así? Acaso toleraríamos una relación donde el otro no nos da lo que necesitamos, bajo el pretexto de que así aprenderemos? Lo que en el “Duérmete Niño” se llama aprendizaje, es lo que los adultos llamamos desconfianza, y resignación.
Y EL DORMIR DEJARA DE SER UN PROBLEMA:
El dormir es un problema para quienes no entienden que los despertares nocturnos son normales en los bebés. Si compramos un perro, hará pozos en el jardín, si adquirimos un celular, habrá que cargarle las baterías, si tenemos un niño, habrá que estar disponible para atender a sus necesidades. Es simple. En esta cultura “light” en la que vivimos, queremos parir sin que nos duela, criar sin posponer nuestra vida privada, tener hijos y que nada cambie en nuestra rutina, casarnos y no tener crisis…nos inventamos los problemas, donde no los hay.No tardará mucho en aparecer alguien que diga que los bebés deben caminar a los 9 meses, y ahí aparecerán todas las madres desesperadas comprando libros y llevando a sus bebés a estimuladores para que sean como dicen las revistas que deben ser.
DALE CONFIANZA Y SEGURIDAD PARA DORMIR SOLO;
La confianza y la seguridad no se dan, se transmiten con actitudes. Los seres humanos las vamos adquiriendo a fuerza de contar con el otro, de la estabilidad en el vínculo, del reconocimiento de nuestras necesidades. Un niño que quiera dormir con sus papás y en cambio se lo deje en silencio y a oscuras con el osito, sin mecerlo ni darle un vaso de agua, sin duda no ganará confianza ni seguridad. Aprenderá a dormir solo, como los adultos aprendemos a no concurrir a un restaurante donde nos tratan mal, a no llamar a ese amigo que nunca nos contesta y a no confiar en quien no mantiene su palabra.
Quizás en breve escriba un artículo con todas las fundamentaciones científicas, por ahora estoy indignada con lo que acabo de ver, y con la falta de humanidad con la que pretendemos educar a nuestros niños.Lic. María Paula Cavanna

El vinculo materno

Llora el niño. Y en vez de guiarnos por nuestro instinto de padre o madre, nos fiamos a ciencia ciega de lo que dice el “experto”… Si lo cogemos una y otra vez, le estamos malcriando. Si intentamos reconfortarle, nos estamos dejando manipular. Lo mejor es dejarle llorar y llorar. Que aprenda y se calle.Se despierta el niño. Se resiste a dormir en su oscura y solitaria habitación y busca el calor y la protección de la cama de sus padres… No hay que ceder, insiste el “experto”. Dormir con los padres tiene grandes riesgos. Sí, ya sabemos que se ha hecho durante siglos. Pero no es apropiado, está mal visto, no es sano.No quiere ir a la guardería el niño. Se pasa todo el rato llorando la ausencia de mamá. No juega, no canta, no ríe… Nada que no se cure con el tiempo (de nuevo el “experto”). La “ansiedad de la separación” remite al cabo de uno o dos meses, señora. Los niños son felices en la guardería, descuide. Aprenden mucho. Socializan.Están confabulados los “expertos”, eso parece. La consigna de la pediatría oficial ha sido alentar la separación de madres de hijos, y no vamos a recordar ahora cómo hace treinta años nos vendían la incuestionable superioridad de la leche de bote frente a la teta materna.“Somos los únicos mamíferos que les damos una patada a nuestros hijos para mandarles a otra habitación, que les damos una chupete para que se callen y que nos buscamos cuanto antes un trabajo o una ocupación para no sentirnos frustrados o frustradas”.Le tomamos la palabra a Mar Palmer, 32 años, madre de dos y un tercero en camino, allá en Mallorca. “A la mayor, Mariona, la metimos mucha caña y aún está pagando todos los errores que cometimos fiándonos de los “expertos””, recuerda. “Con el tiempo nos dimos cuenta de cómo todos esos consejos te impiden escuchar tus instintos maternales, te generan agresividad y acaban haciendo mucho daño a los niños”.Mar acabó dejando su trabajo en el ayuntamiento y volcándose con sus hijos: “Lo primero son ahora ellos, eso lo tengo claro. Tienes que pagar un precio, pero lo ganas por otro lado. Con Nil, el segundo, todo ha sido muchísimo más fácil. Le di de mamar hasta los tres años, durmió con nosotros, descubrí lo importante que es llevarlo en brazos… El niño confía en sus padres, y ahora es él el que se va despegando, y todo de una manera muy natural”.Sin premeditación, aunque con nocturnidad, Mar se fue abonando a eso que los americanos llaman “attachment parenting” y que no es ni más ni menos que el vínculo o el apego entre padres e hijos. Por instinto, Mar acabó haciendo piña con otros padres mallorquinos en “Neixer i Creixer” (“Nacer y Crecer”), una de las asociaciones pioneras en eso que también llamamos la “crianza natural”.“Al principio te entran dudas y tienes que hacer frente a mucha presión social, empezando por tus propios amigos”, confiesa Mar. “Pero ayuda mucho eso de estar en una red de gente que está en la misma onda que tú… Y ya somos unos cuantos”.En Madrid, decenas de padres buscan también otra manera de crecer con sus hijos en la Escuela de Familias Al Alba. Fabiola Aguado, directora y terapeuta infantil, rompe una lanza por el “vínculo”: “No se trata de una manera utópica y romántica de ser padres, sino de una forma sensata y sensible de afrontar la paternidad. Hay que estar presentes y disponibles para atender las necesidades de los hijos”.“Nuestra sociedad fomenta una falsa autonomía en los niños”, insiste Fabiola. “Si los padres no están, los niños van arrastrando unas carencias que se traducen más adelante en una dependencia profunda. Lo que los hijos necesitan en los primeros años es una base segura… Hay estudios que desmuestran que los niños criados con “vínculo” tienen más confianza en sí mismos y son a la larga más independientes”.La idea del “vínculo paternal” o “attachment parenting” se remonta a los años cincuenta, con los famosos estudios del psiquiatra John Bowlby. El apego entre padres e hijos es “una necesidad biológica” y algo común en todos los primates, sostiene Bowlby. En cada fase de crecimiento, los niños (las crías) buscan la proximidad, el contacto y la protección de una persona adulta. Durante siglos, ésa ha sido la clave de la supervivencia.Pero las sociedades modernas avanzan –es un decir- en sentido contrario. La separación traumática entre madres e hijos comienza ya en el parto hospitalario, por no hablar de la distancia con las que muchas mujeres viven sus propios embarazos, siempre a expensas de lo que certifique el “experto”.El mundo laboral, diseñado por los hombres y para los hombres, pasa como una apisonadora sobre muchísimas mujeres que no tienen elección: familia o trabajo. Nadie parece plantearse el impacto emocional que causa a madres y niños la separación al cabo de cuatro meses, ni cómo esa ruptura forzosa afecta a la salud y a la vida emocional del pequeño, que se pasa la mayor parte del día en brazos ajenos, enganchado al falso consuelo del chupete y del biberón.Las barreras en las familias se van haciendo cada vez más altas, y pronto vendrá la maratón de actividades extraescolares. El caso es estirar las jornadas de los niños tanto como las nuestras, cubrir lo más posible las ausencias y reducir los “lazos” entre padres e hijos a un beso de buenas noches. A veces ni eso.La antropóloga Margaret Mead realizó hace cuatro décadas un estudio entre varias tribus del mundo y demostró que las más violentas eran las que privaban a los niños del contacto físico con los padres a edad temprana.La doctora Marcelle Geber tuvo la osadía de comparar la “tribu” europea y sus “civilizadas” costumbres (bebés al biberón, en habitaciones separadas, empujados en carritos) con 308 niños criados a la vieja usanza en Uganda (amamantados a demanda, compartiendo cama, a lomos de sus madres). Su conclusión: los niños africanos aventajaban a los blancos en capacidad motriz y en capacidad intelectual durante el primer año.Y así llegamos hasta el doctor William Sears, padrino del “attachment parenting”, más de una década rebelándose contra la pediatría oficial y promoviendo una relación más cercana y armoniosa entre padres e hijos. Sus consejos han servido de acicate para miles de padres de todo el mundo, reunidos en Attachment Parenting International, que cuenta ya con grupos en países europeos como Gran Bretaña, Holanda y Alemania.Según William Sears, los cimientos del “vínculo” se crean en el alumbramiento, en ese “período sensitivo” tan común al de todos los mamíferos y tan ajeno a los asépticos protocolos hospitalarios. La lactancia, advierte, es una fuente de alimento no sólo material sino también emocional para un niño en los primeros meses de vida.Sears aconseja cargar con todo lo posible con los niños, en brazos o colgados, pero manteniendo la proximidad física y el contacto. El pediatra del “apego” defiende a capa y espada las virtudes de la cama familiar o colecho y resume sus siete “mandamientos” en dos: cree en el llanto de tu hijo y ¡cuidado con los “expertos”!Como respuesta a tantos y tantos libros “crueles y despiadados”, el pediatra Carlos González decidió precisamente escribir “Bésame mucho”. “Creo, sinceramente, que los padres lo harían mucho mejor si no hubieran existido todos esos manuales que incitan a desconfiar de los ñiños y a tratarles con total desprecio”.“No quiero entrar en lo que es bueno o malo para el niño a largo plazo, si va a ser más o menos inteligente porque duerma contigo o los lleves en brazos”, afirma Carlos. “Lo que los niños necesitan, hoy y ahora, es afecto y proximidad. Y lo que han aconsejado por desgracia los “expertos” durante muchos años es justo lo contrario, hasta el punto de prohibir casi el contacto entre madres e hijos”.El autor de “Bésame mucho” nos recuerda los experimentos con gorilas que se “olvidan” de cómo ser madres cuando las meten en la jaula. A los hombres y a las mujeres, sostiene, nos pasa algo similar: vivimos en estado de cautividad, confinados en ambientes artificiales, atrapados por normas culturales y alejados de nuestros instintos y nuestros imperativos biológicos.Se nos ha olvidado ser padres.González pone sobre el tapete un estudio comparativo sobre la crianza de los niños en varias culturas, publicado hace cuatro años en la revista “Pediatrics”… En 25 de 29 sociedades, los niños dormían con la madre o con los dos padres. En 30 de 30, los niños eran trasportados en brazos o a la espalda. En todas ellas se les amamantaba a demanda y la edad media del destete estaba entre los dos y los tres años.El pediatra rompe también con el mito de que los hombres se han lavado las tradicionalmente las manos, y se remite a “La Historia Natural de la Paternidad” de Susan Allport: “El alejamiento del padre es fruto de la revolución industrial. Los padres han trabajado toda la vida en casa o han velado por la protección de sus hijos. Su papel puede cambiar, como lo está haciendo ahora, pero hay que acabar con ese mito”.Años de experiencia como padre y de consulta como pediatra le han permitido también a Carlos González conocer muy de cerca el dilema de tantas familias de hoy en día… “Eso del tiempo de calidad es un cuento. Con los niños hay que estar, simplemente estar, y no obsesionarse con cronometrar los minutos que se pasa con ellos y aprovecharlos al máximo para hacer algo importante”.Para María Jesús Ruiz, 40 años, lo más impagable de estos tres últimos con su hijo Víctor han sido “los largos paseos sin rumbo” en el pueblo en donde viven, Guadarrama. Y también, las siestas compartidas, o poder llevar a su hijo a la compra, a tomar el aperitivo, a un concierto entre semana y a todas esas cosas que no podría haber hecho si trabajara a tiempo completo…“Intenté llevarle a la guardería con dos años y medio, pero lo pasaba mal y un día me dijo: “Mamá, vámonos a casa”… Para mí fue una señal. Hemos pasado mucho tiempo juntos desde entonces, y eso es impagable. Siempre ha estado muy apegado a mí, pero ahora se está uniendo más a su padre… Yo lo que quiero es que mi hijo sea feliz. Como dice su abuelo: “¡Ya tendrá tiempo de aburrirse en el colegio!”.María Jesús ha vuelto a trabajar a horas perdidas, como profesora de español, pero no envidia en absoluto a sus amigas… “Al hijo de una de ellas le escuché decir el otro día que quiere marcharse a vivir al colegio, con cuatro años… Me pareció muy triste. Soy consciente de que estar tan cerca de tus hijos es navegar contra la corriente, pero yo estoy convencida de una cosa: cuidar de tus hijos es cuidar de la sociedad del futuro”.
LOS DIEZ IDEALES DE LA PATERNIDAD CON “VINCULO”No hay ningún mandamiento escrito, pero sí existen maneras de fomentar el apego, el vínculo o la cercanía entre padres e hijos…Conecta física y mentalmente con tu hijo/hija durante el embarazo. Vive conscientemente la gestación. Procura que el nacimiento sea lo más “íntimo” y natural posible, y prolonga al máximo el contacto físico después del parto.Extiende la lactancia todo lo que necesite el niño/la niña y no te dejes llevar por las presiones sociales (el destete se produce entre los dos y tres años en la mayoría de las culturas tradicionales). Dale el pecho a demanda. Aprovecha esos momentos para estrechar los lazos.Responde a los llantos de tu hijo y no le dejes llorar “hasta que se calle”. Aprende a interpretar sus señales. Sé totalmente receptivo a sus demandas, especialmente durante los primeros meses.Confía en tus instintos de madre/padre. Cuestiona las opiniones de los “expertos”. En la duda, déjate guiar por el sentido común.Lleva frecuentemente a tu hijo en brazos; el contacto físico estimula el desarrollo emocional, psicomotriz e intelectual del niño/niña.Duerme con tus hijos durante los primeros meses (recuerda que durante cientos de años se hizo así, antes de que los “expertos” levantaran las barreras). Si no, comparte el dormitorio con ellos y procura no llevarles a habitaciones separadas hasta que ellos mismos lo reclamen.Evita separaciones largas y traumáticas hasta los tres años. No te consueles pensando que le dedicas a tu hijo el suficiente “tiempo de calidad”. El tiempo compartido se mide siempre en horas, minutos y segundos…Involúcrate al máximo en su educación. Procura que existan vasos comunicantes entre lo que aprende dentro y fuera de casa. Su “escuela” es la vida misma.Usa la “disciplina” positiva: predica con el ejemplo y recuerda que las mejores lecciones se aprenden con afecto.Respeta la individualidad de tus hijos. Ponte siempre que puedas en su piel y permite que encuentre su camino poco a poco: el “vínculo” les permitirá avanzar con mayor seguridad y ser a la larga más independientes.Carlos Fresneda, Madrid, 1963) trabaja para el diario madrileño El Mundo desde su fundación.

Colecho hasta los 5 años de edad

Uno de los expertos británicos más importantes en salud mental infantil ha aconsejado a los padres olvidarse de años de convenciones y permitir que sus hijos duerman con ellos en la cama hasta los 5 años de edad. Margot Sunderland, directora de educación del Centro para la Salud Mental Infantil de Londres, dice que la práctica conocida como colecho aumenta la probabilidad de que los niños crezcan sanos y tranquilos. Sunderland, autora de 20 libros, perfila su consejo en su libro "La Ciencia de Ser Padres". Y está tan segura de los hallazgos del nuevo libro, basado en 800 estudios científicos, que pide que a los visitadores sanitarios se les repartan folletos para informar a los padres sobre el colecho.Sunderland argumenta que la práctica habitual en Inglaterra de adiestrar a los niños para que duerman solos desde las pocas semanas de edad es perjudicial, porque cualquier separación de los padres incrementa el flujo de hormonas del estrés como el cortisol. Sus resultados se basan en avances científicos de los últimos 20 años sobre cómo se desarrolla el cerebro del niño y en estudios que han utilizado scanners para analizar cómo reaccionan en circunstancias especiales. Por ejemplo, un estudio neurológico de hace 3 años mostraba cómo un niño separado de uno de sus padres experimenta una actividad cerebral similar a un niño con dolor físico.Sunderland cree también que la práctica actual se basa en actitudes sociales que deberían ser abandonadas: "Existe un tabú en este país referente a que los niños duerman con sus padres" dijo. "Lo que he hecho en este libro es presentar la evidencia científica. Estudios en todo el mundo demuestran que el colecho hasta los 5 años supone una inversión para el niño. Los niños pueden sufrir ansiedad por la separación hasta los 5 años o más, lo que puede afectarles en la vida posterior. Esto se calma con el colecho". Los síntomas pueden ser también físicos. Sunderland cita un estudio que demostró que un 70% de mujeres que no habían sido consoladas cuando lloraban de niñas, desarrollaron en la edad adulta problemas digestivos.El libro de Sunderland la enfrenta a gurús de la educación ampliamente leídos como Gina Ford, cuyos consejos son seguidos por miles de padres. Ford aboga por establecer rutinas de sueño para bebés desde una edad muy temprana en cunas "separados del resto de la casa" y enseñarles a los bebés a dormir "sin la ayuda de los adultos". En su libro "Guía completa de sueño para bebés y niños satisfechos" escribe que los padres necesitan tiempo para ellos. "El compartir la cama con los niños termina con frecuencia con los padres durmiendo en habitaciones separadas y con madres exhaustas, una situación que aporta una gran presión en la familia como un todo".Annette Mountford, jefa ejecutiva de la organización de padres "Lazos de familia" confirmó que la norma en Inglaterra para los niños era animarles para que durmieran en sus camas y sus cunas, a menudo en habitaciones separadas, desde una edad temprana. "Los padres necesitan su espacio" dijo. "Existen beneficios claros en el hecho de introducir a los niños en su propia rutina de sueño en su propio espacio"Contrariamente, Sunderland dice que cambiar a los niños a sus camas desde que tienen semanas de edad, incluso si lloran por la noche, ha demostrado incrementar el nivel de cortisol. Estudios con niños menores de 5 años demuestran que en más del 90% de los casos, el nivel de cortisol aumenta cuando van a la guardería y en el 75% de los casos disminuye al volver a casa.El profesor Jaak Panksepp, especialista en neurociencia de la Universidad Estatal de Washington y que ha escrito el prólogo del libro, dice que los argumentos de Sunderland son "una historia coherente consistente con la neurociencia. Una sociedad avanzada debería tenerlo en cuenta".Sunderland argumenta que poner a los niños a dormir solos es un fenómeno occidental que puede incrementar la posibilidad de muerte en la cuna, también conocida como Síndrome de Muerte Súbita del Lacante (SMSL). Esto puede suceder porque el niño echa de menos el efecto calmante que el estar tumbado junto a su madre ejerce en la respiración y en la función cardiaca. "En el Reino Unido mueren 500 niños al año por SMSL" escribe Sunderland. "En China, donde el colecho es práctica habitual, el SMSL es tan raro que no tiene nombre".Este artículo ha sido escrito por Sian Griffiths y traducido por Ofelia Urzainqui del grupo Vía Láctea.

EL LLANTO INFANTIL Y EL CEREBRO
Gracias a avances excepcionales en la investigación neurobiológica, los científicos son capaces de entender muchas más cosas acerca de cómo funciona el cerebro humano y cómo se desarrolla.
Por ejemplo, saben que ciertos cambios biológicos ocurren en el cerebro de los humanos y primates cuando se sienten en peligro o asustados.
El centro de la regulación de conducta del miedo y de otras emociones se encuentra en la amígdala, un grupo de núcleos enterrados profundamente en los lóbulos temporales y el hipocampo, que regula la memoria consciente. “Es el crecimiento del hipocampo, el cortex prefrontal y las áreas relacionadas lo que representa un mayor desarrollo de la conciencia, permitiendo al Homo Sapiens analizar sus sentimientos comparándolos con anteriores experiencias y conceptos”.
(1)Los subsistemas emocionales del cerebro procesan información variada, incluida cómo relacionar el estado real del mundo con las expectativas creadas. Este circuito emocional está conectado fuertemente con la región cerebral que regula la toma de decisiones. De acuerdo con el neurocientífico Joseph LeDoux, “Muchas de las cosas que nos definen emocionalmente las aprendemos a través de la experiencia. Por lo tanto, una de las claves del sistema emocional es cómo aprende y almacena la información”.
(2)LECCIONES INICIALES DE SOCIALIZACIÓN.
DESDE SU APARICIÓN EN EL MUNDO, EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN HUMANA COMIENZA CONDIÁLOGOS FÍSICOS ENTRE MADRE E HIJO.
La regulación temprana de las emociones en el cerebro se da, en un principio, durante los diálogos que se establecen entre madre e hijo a través de lintercambio de miradas.
La regulación y organización de las percepciones emocionales se desarrolla através de la interacción continuada del niño con la madre o cuidador.
(3)Las investigaciones han demostrado que una madre que se muestra sensible y complaciente hacia la comunicación visual temprana con su bebé, está estimulando un aprendizaje social positivo.
En contraste, una madre que no se muestra sensible al contacto visual temprano, no provee de este aprendizaje social positivo, entorpeciendo el proceso de maduración de la afectuosidad humana, que es crítico para un crecimiento emocional sano.
Similares oportunidades de aprendizaje social, se dan cuando un bebé trata de comunicarse a través del llanto.
El llanto se puede dar porque el bebé está hambriento, le duele algo, está incómodo o asustado. A menudo al despertarse un bebé comenzará a hacer señales a su cuidador con un gimoteo suave que puede acelerarse hasta convertirse en un llanto frenético si no recibe respuesta.
A veces llorar se ha interpretado equivocadamente como una expresión idealizada de cólera o manipulación.
Sin embargo, el llanto de un niño debería de ser interpretado como una respuesta de miedo, un miedo invocado por la inconfortable sensación de estar sucio, el rumor doloroso del hambre o la vulnerabilidad de estar solo en la oscuridad.
El miedo a los depredadores y a la muerte es una emoción profundamente asentada dentro de nuestra constitución evolutiva biológica.
En el origen de los tiempos, las familias y tribus se amontonaban estrechamente juntos en la oscuridad para apaciguar ese miedo.
La idea de “seguridad por número” se mantuvo vigente porque un grupo de humanos es mejor protegiéndose de los depredadores que un solo individuo.
Hoy en día, sabemos que un niño está a salvo sólo en su cuna, pero la biología del cerebro infantil está inicialmente codificada con esos miedos innatos, que ya apuntan en su más temprana edad.
Cuando el niño se encuentra en un estado de indefensión, miedo y pánico, la amígdala envía mensajes al cerebro para preparar al cuerpo para “escapar o pelear”. Un bebé no puede escapar ni pelear. Si el pánico no es dominado por la intervención de un adulto, el flujo químico y hormonal puede inundar violentamente el cerebro, apuntando específicamente a la amígdala y el hipocampo durante un periodo de tiempo poco saludable.
Los niños que lloran y no son atendidos, lo hacen desesperadamente durante una hora o más, hasta que la amígdala se cierra.
El niño a su vez aprende tras repetidos episodios que no tiene expectativas de respuesta y consuelo a su llanto y puede deducir que sus necesidades no son merecedoras de atención – una conclusión que finalmente puede afectar al correcto desarrollo de la autoestimadel niño. Si bien el cerebro podría determinar que no existe peligro alguno, sino se intenta calmar el estado de confusión emocional del niño, podrían perderse oportunidades vitales de desarrollo y refuerzo de la confianza, seguridad y capacidad de empatía del niño.
Traumas cerebrales tempranos y desarrollo emocional.
¿Qué ocurre dentro del cerebro infantil durante un llanto prolongado? Dentro del desarrollo del cerebro infantil, las interacciones biológicas y químicas se dan a una tasa fenomenal. Las recientes investigaciones sobre el cerebro, revelan con evidencia creciente que un estrés temprano puede jugar un papel primordial en la posterior vida emocional y en el desarrollo social.
La involucración de las neuronas orbitales, temporales y de la amígdala en el procesamiento de la información sensorial (particularmente la visual) contrascendencia emocional, sugiere que esas áreas deben formar parte de un sistema neuronal especializado en procesar los estímulos sociales.
El psicohistoriador Lloy deMause explica que “Los traumas provocados por el desamparo, pueden dañar severamente el hipocampo, matando neuronas (causando lesiones). Este daño es causado por la liberación de una cascada de cortisol, adrenalina y otras hormonas de estrés segregadas durante el episodio traumático, que no solo dañan a las células cerebrales sino también la memoria y ponen en marcha una desregulación duradera de la bioquímica cerebral”.
(5)Se cree que la abundancia de repetidas oleadas de estas sustancias químicas y hormonas en el cerebro es la causa de la reducción de la producción normal de serotonina y de la insensibilización de la amígdala, afectando a la capacidad de respuesta a una situación de miedo.
Por ejemplo, los animales que han sido traumatizados de jóvenes crecen más agresivos con menor producción de vasopresina, que regula la agresión y menores niveles de serotonina, que es conocida comúnmente como un neurotransmisor calmante.
Un bajo nivel de serotonina es el indicador más importante de violencia en animales y humanos, y se ha relacionado con tasas altas de homicidios, suicidios, piromanías, desórdenes antisociales, auto mutilaciones y otros desórdenes agresivos.
(6)Adicionalmente, “Se ha demostrado que la falta de cuidados maternales tempranos,es la causa de que la región que ocupa el córtex orbitofrontal ( la regióncerebral situada detrás de los ojos que permite al individuo reflexionar sobresus propias emociones y empatizar con los sentimientos de otros individuos) sea diminuta , desembocando en una pobre autoestima y en una tan baja capacidad para empatizar, que el bebé crece literalmente incapaz de sentirse culpable por lastimar a los demás”.
(7)Desde que los más recientes escáneres de humanos vivos de muestran que la amígdala es el centro neurálgico de regulación de conducta del miedo, se cree que esa regulación de conducta también juega un papel primordial en desórdenes ansiosos como fobias, desórdenes de estrés post-traumático, bipolares y desórdenes de pánico.
(8)De acuerdo con la Sociedad Americana de Desórdenes por Ansiedad (ADAA), uno decada ocho niños de edades entre 9 y 17 años, sufre al menos un desorden ansioso cada año. A pesar de su predominio, estos desórdenes a menudo permanecen ocultoso tienen un fallo de diagnóstico hasta que surgen complicaciones posteriores (como una depresión o abuso de sustancias) en la adolescencia o la edad adulta.
Dado que gran parte del desarrollo cerebral tiene lugar durante los primeros años de vida, es plausible considerar que repetidos traumas causados por las alteraciones químicas producto de periodos prolongados de llanto, situaciones de ansiedad por separación no resueltas y otras situaciones de respuesta al miedo, pueden predisponer al individuo a unas disfunciones emocionales y de comportamiento social en su edad adulta.
Referencias:1. Lloyd deMause Childhood and History, The Neurobiology of 2. Parallel Memories: Putting Emotions Back Into The Brain, Joseph LeDoux,Neuroscientist 3-6. Lloyd deMause Childhood and History, The Neurobiology of 7. War as Righteous Rape and Purification, by Lloyd deMause 8. Lessons from Fear Conditioning by Mary Lynn Hendrix, OSI, NIMH

martes, 22 de enero de 2008

Primeros pasos, primeros zapatos

http://www.pediatraldia.cl/

La manera de calzarlos cuando comienzan a caminar será decisiva para su buen desarrollo.

Aprender a caminar podría compararse, en cierto modo, con una carrera maratón. Al igual que los deportistas, los bebes estrenan durante meses antes del gran acontecimiento. Aunque, a diferencia de lo que ocurre en la popular carrera olímpica, aquí no cabe el abandono: algunos llegan a la meta antes que otros, pero todos, tarde o temprano, la alcanzarán (para alegría y tranquilidad de los adultos, por lo general, excesivamente preocupados en lo que sea cuanto antes). Cuando observamos a un recién nacido, tan torpe, tan limitado, cuesta imaginar que en tan solo un año será capaz de hacer un montón de cosas. A los 9 ó 10 meses, ya podrá sentarse sin ayuda, y la mayoría empezara a gatear; al llegar a los 11 ó 12, se agarrará a los muebles para pararse; y, desde ese momento, se lanzará a dar unos pasitos con algún apoyo. Aunque también pueden pasa semanas o meses antes de que lo haga, y no por eso hay que angustiarse.

Lo que si debería preocupar a los padres es la elección del calzado más adecuado para cuando empiece a desplazarse sobre sus pies. De hecho, durante sus primeros 11 meses la condición mas natural es la de andar descalzo; los zapatos, e incluso los calcetines, no son absolutamente indispensable, salvo para resguardarlo del frío, la humedad o posibles lesiones, pero dejando siempre libertad de movimiento a sus pies. Éstos, que se encuentran en una etapa de crecimiento rápido, se ven sometidos a cargas no habituales. "Si no se les proporciona un calzado adecuado a los chicos se pueden dañar unos pies que han nacido sanos. Y si esto ocurre cuando da sus primeros pasos, tendrá que sufrirlo el resto de su vida".

Nuestros pies son una sofisticada obra de ingeniería biológica, con sus 28 huesos, sus 33 articulaciones y una compleja red de mas de 100 tendones, músculos y ligamentos, tienen que recorrer un largo camino con nosotros y llevarnos a cuestas. Y para que la travesía discurra sin problemas, conviene cuidarlos, especialmente al principio, cuando son tan moldeables y, por lo tanto, fácilmente deformables.

El objetivo es no perder el equilibrio

El pie del chico no es una simple versión a escala del de un adulto, sino algo muy diferente. No en vano, la forma de caminar de ambos tiene poco en común; el objetivo inmediato del pequeño es mantener el equilibrio, de ahí que tienda a caminar con los pies muy separados y apuntado hacia fuera. Además, sus terminaciones nerviosas aún tienen que madurar, por lo que raramente se quejará aunque el calzado lo oprima; cuando esto ocurre su forma de protestar es descalzarse insistentemente. "Por eso, el calzado para los niños debe estar adaptado a sus necesidades y no ser una replica del de los mayores". "Debemos prestar especial atención al talón, a la longitud, al ancho y a la zona que toma las cabezas se los metatarsianos, es decir, la parte mas ancha del pie".
Esta es la primera diferencia: su forma, ya que el punto mas ancho se sitúa a la altura de los dedos, mientras que en el adulto esta algo mas abajo del comienzo de éstos. El pie del pequeño, hasta los 2 años de edad, es rollizo, flexible y blando. "El arco es menos rígido y una almohadilla de grasa le confiere el aspecto de un pie plano".

El esqueleto de su pie también es diferente. Cuando empieza a caminar, sus huesos no están totalmente desarrollados; de hecho, algunos son todavía cartílagos, mas blandos y flexibles, que reemplazara durante el crecimiento.

Elegir el mas idóneo

Pero, si la condición natural del chico es la de caminar descalzo o con un calzado que simule esta situación, ¿cómo saber cual es el mas idóneo? "aquel que protege su pie sin deformar la marcha, que facilita la realización normal del paso permitiendo las variaciones de volumen que experimenta durante la marcha, que respeta la circulación sanguínea y, fundamentalmente, aquel con el que se siente cómodo". O dicho con otras palabras, el que respeta las formas y dimensiones funcionales de los pies del chico, se adapta a su movimientos y amortigua las cargas que se producen durante su actividad. Y los principales movimientos a tener en cuenta son: el de los dedos y despegue del pie del piso, el de torsión, el del arco plantar y el del tobillo.

Es importante controlar la longitud y el ancho de sus pies y compararlos con las medidas de las botas o zapatos.

El calzado debe tener la forma natural del pie, sobrepasando 6mm su ancho y 12mm la longitud, ya que debe permitir el juego de dedos. Deben ser flexibles en la parte anterior, para no comprimir el pie y permitir, a la vez, libertad de movimiento. Dicha flexibilidad en la suela depende del material y espesor: a esta edad se recomienda una entresuela fina (menos de 5mm) para que pueda percibir las irregularidades del terreno y con algún tipo de refuerzo en la punta que contrarreste el desgaste. En cuanto al material, debe ser de cuero natural la horma y la suela (provistas de pequeñas piezas de caucho antideslizante), sin tinturas extrañas que puedan provocar alergias. Hay que vigilar el acabado interior, ya que costuras gruesas o mal rematadas pueden dañarle la piel. Es importante que la suela este adaptada a las condiciones del terreno sobre el que vaya a caminar, siendo resistente para evitar torsiones laterales. "Resulta muy beneficioso para el buen desarrollo del pie, andar descalzo sobre terrenos blandos, como la arena de la playa o el césped". La suela debe tener un taco recto y, como máximo, de 15mm de espesor para facilitar el juego de articulaciones del pie. En cuanto al tipo de atadura del zapato, es indiferente siempre que este quede bien sujeto, aunque el sistema de cordones permite abrir mas el calzado facilitando su uso. La articulación debe tener margen de movimiento y ello lo permite la hebilla, el cordón o cualquier otro sistema de abrochado alto sobre el empeine, con una lengüeta suave y acolchada.

Respecto del tipo de calzado, no conviene que emplee siempre zapatillas. Y entre botas y zapatos no existen diferencias, si bien las primeras sujetan algo mas u tobillo.

Analizar las características antes de comprar

1. Plantilla: No debe tener almohadillas porque podrían entorpecer el desarrollo fisiológico normal del pie.

2. Forro interior: De tipo "guante", es decir, sin costuras internas que pueden molestar al pequeño.

3. Taco: Un poco (15mm) es bueno para facilitar la articulación del pie.

4. Refuerzos:Anterior: Levemente levantado para no tropezar a cada paso. Posterior: LO ayuda a mantener el equilibrio y es de gran utilidad cuando aun esta gateando.

5. Sujeción: Es indiferente (sirven las hebillas, los cordones, el velcro, etc), siempre que quede bien sujeto.

6. Material: El mas recomendable es el cuero natural para la horma y para la suela. Vigilar las tinturas extrañas, dado que pueden provocar reacciones alérgicas.

7. Suela: El cuero debe ser flexible, tiene que estar acompañado de elementos antideslizantes para evitar resbalones.

Dr. Pedro Barreda

jueves, 10 de enero de 2008

Instinto: es la base de la crianza con apego




Entre más dependiente sea el bebé, más autónomo será cuando adulto.

Según esta teoría el niño es quien decide cuando cambiar de etapa.

Felipe José está próximo a cumplir sus cuatro años y desde que nació sus deseos y necesidades han sido el hilo conductor de su crianza. Con su libre albedrío, a una escala proporcional a su edad, es él quien escoge alimentarse, aún de leche materna, dormir con sus padres, usar pañales y expresar sus emociones de alegría y de enfado. Así mismo, será él quién decida cuando destetarse y esta es la premisa básica de la crianza con apego, una filosofía que defiende que los niños se eduquen de acuerdo a su evolución natural respetando todas sus etapas.Y que, aunque suene paradójico, afirma que el apego y la dependencia del bebé los primeros siete años de vida hacia sus padres, hacen que el niño reclame por sí solo la independencia y sea un adulto más seguro de sí mismo. Por eso para Eliana Escobar Luján, su madre, "es una gran decisión que él toma y que solo debe hacer cuando se sienta preparado". Cuando Eliana estaba en embarazo comenzó a navegar en Internet en busca de información acerca de cómo criar a su hijo, cuando el pequeño ya había nacido descubrió esta filosofía y desde entonces no solo la práctica sino que la promueve a través de su portal web http://www.criaryamar.com/.


El apego en teoría

Si la creencia popular nos indica que a cierta edad hay que enseñar a los bebés a dormir solos, a dejar de alimentarse de pecho, a utilizar el sanitario, a comer a las horas establecidas y a no hacer pataletas, así sea a costa de llanto ignorado, la crianza con apego se fundamenta en el instinto y el respeto y en jamás permitir el llanto del bebé.

Tiene sus raíces en los estudios experimentales que realizó el siquiatra norteamericano John Bowlby en los años 70, sobre los cuales fundamentó su teoría de que entre más fuerte sea el vínculo del bebé con la madre más fácil se soltará, será independiente y tendrá más autoestima. Mientras en Latinoamérica está corriente no es muy conocida, en Europa tiene gran fuerza, uno de sus partidarios es el pediatra español Carlos González quien ha escrito libros como Bésame mucho, Un regalo para toda la vida y El niño no me come.

Siete principios

Parto respetado o parto natural. Es el derecho que tiene la madre de estar bien informada para decidir que es lo que más le conviene, así como a escoger la postura más cómoda -que no es acostada- y evitar la cesárea y procedimientos médicos como la oxitocina sintética, algunos tactos vaginales, el rompimiento artificial de bolsa, el rasurado y el enema.

Además, resaltan la importancia de la primera hora de vida del pequeño.

Otras ideas. A pesar de no tener conocimiento acerca de esta filosofía y no compartir todos sus principios, para el ginecobstetra Fidel Cano la principal razón por la que la mujer debe someterse al parto natural es porque en el momento del nacimiento del hijo estará consciente y no anestesiada y no se perderá esa primera hora de vida de su pequeño. Para él, la semejanza es tan fácil como la conducta que toma la hembra de cualquier especie superior, que el primer contacto que tiene con su cría es olerlo y lamerlo inmediatamente nace.

La lactancia materna.La madre debe amamantar a su hijo sin que le den complementos y sobre todo sin regular la alimentación por horas sino dándole tanto como el niño lo demande y hasta que los dos quieran; esto podría ser inclusive hasta los cinco o seis años.

El pediatra Juan Fernando Gómez difiere de esta teoría, es un fiel creyente de los beneficios de la leche materna hasta los dos años, pero cree que hasta los cinco años puede llegar a ser perjudicial para la autonomía del futuro adulto, precisamente lo que busca este principio del apego.

El tercero es el colecho. Es el derecho que tienen los niños a dormir con sus padres hasta que se sientan preparados para hacerlo solos. Para Cano permitirles a los niños dormir con sus padres es una muestra de afecto que no le resta a su independencia, por eso su hijo de ocho años tiene siempre las puertas abiertas para acostarse al lado cuando siente que lo necesita. "El amor, aún en exceso, no hace daño. Entre más afecto más capacidad de desenvolverse en el futuro, y con más seguridad, tendrá el menor", asegura.

El contacto físico permanente. Si el bebé quiere estar en brazos todo el día la madre debe acceder, de hecho no sólo él se siente a gusto y feliz con ello, la madre también.

La escolarización. Esta etapa de la educación de los niños debe comenzar lo más tarde posible, el ideal es que permanezcan en casa hasta los cuatro años o más y para afrontar esta transición el acompañamiento de los padres debe ser total, no dejarlo llorando en el jardín sino quedarse y ayudarlo a entrar en confianza lentamente durante el tiempo que necesite para sentirse cien por ciento a gusto.

Atender diligentemente los llamados del bebé. Esta filosofía rechaza la costumbre popular de enseñar a los pequeños a través del llanto. Bajo ninguna circunstancia es admisible dejar a un bebé llorar, es ignorarlos e irrespetarlos. Es una cuestión de empatía. En esta misma línea apoyan que los niños expresen sus emociones, que hagan una pataleta si es la forma como exteriorizan que se sienten tratados injustamente o que quieren ser escuchados.

Y, por último, la no violencia. La crianza con apego defiende al menor y su educación no debe contener ni golpes ni gritos. Ningún acto que implique causarle dolor físico o emocional al menor es aceptable.En resumen, y en palabras de Eliana, la crianza con apego "es como hacerles un llamado de atención a los padres para que críen desde el instinto y no desde las construcciones culturales que generalmente no se ponen del lado del niño pequeño".


Artículo extraído del elcolombiano.com y realiado por Carmen Gutiérrez Remolina